Ejercicio físico y fisioterapia para el Linfedema

Un estudio realizado por Baylor Scott & White McClinton Cancer Center en EEUU se diseñó para determinar si el ejercicio aumenta el linfedema en mujeres diagnosticadas con cáncer de mama que tenían disección de ganglios axilares y / o centinela. Un fisioterapeuta evaluó a 20 pacientes, y determinó los niveles de condición física y diseñó programas de ejercicios que comenzaron con 20 minutos de actividad aeróbica, aumentando a 40 minutos. El entrenamiento básico y el entrenamiento de resistencia se realizó con pesas de 0.5, 1 o 2.5 kilos que incrementaron progresivamente durante el estudio de 6 semanas.

Los investigadores utilizaron mediciones circunferenciales, de peso, de fuerza de agarre y bioimpedancia para evaluar los efectos del ejercicio en los brazos afectados de linfedema de los pacientes. Los resultados del estudio indicaron que el ejercicio físico no indujo ni aumentó el linfedema de los pacientes en ninguno de los casos. Por el contrario el ejercicio tuvo el beneficio de aumentar el nivel de energía y la calidad de vida.

 

Los profesionales de Limfoclinic recomiendan la realización controlada y moderada de ejercicio físico, mejorando incluso el linfedema con las medidas de contención adecuadas para cada actividad. Igualmente aconsejan consultar con un fisioterapeuta especializado en patologías linfáticas con el objetivo de valorar la condición física y el estado de la patología de forma individualizada.