El lipedema es una enfermedad crónica progresiva que se caracteriza por una acumulación excesiva de grasa de predominio en miembros inferiores. Esta enfermedad, poco conocida actualmente, afecta mayormente a las mujeres y se cree que esta ligada a cambios hormonales como la pubertad, el embarazo, o la menopausia y también a factores genéticos hereditarios.
La predisposición de la grasa se puede dar en caderas, muslos, rodillas y tobillos, quedando los pies intactos; en casos más avanzados, puede aparecer también en los brazos.
Los síntomas que pueden aparecer son dolor, sensibilidad a la palpación, prúrito, pesadez y tendéncia a la aparición de hematomas sin causa aparente debido a la fragilidad capilar. En fases mas avanzadas puede llegar a perjudicar el sistema linfático por compresión, desarrollándose un lipolinfedema ( en este caso, los pies se verían también afectados).
Por lo tanto, la desproporción que se produce entre la parte superior del cuerpo con la inferior, puede generar en la paciente problemas psicológicos, además de la frustración y desesperación que conlleva el que ni las dietas ni el ejercicio físico hagan que disminuya la grasa.
Los tratamientos conservadores como el drenaje linfático convencional, la medias de compresión, el ejercicio físico o la pressoterápia tienen un efecto sobre el dolor, la pesadez y pueden llegar a frenar la progresión de la enfermedad, pero en ningún caso conseguiran que desaparezca el tejido graso, sólo se notará la reducción del edema en los casos en los que el lipedema esté asociado a una insuficiéncia linfática y/o venosa.
Por ahora, el único tratamiento que garantiza la desaparición de las celulas grasas enfermas es el tratamiento quirúgico de liposucción ( técnica WAL ). En este caso, el fisioterapeuta especializado tiene un papel muy importante en la recuperación post-quirúgica, y por tanto, deberá estar informado por el cirujano del número de intervenciones que se va a realizar la paciente, qué zona va a tratar primero y si ha hay algo a destacar en el pre o post operatorio.
La función pues del fisioterapeuta deberá estar enfocada a disminuir el edema, el dolor, augmentar el balance articular de las articulaciones implicadas, que muchas veces queda restringido, disminuir la aparición de fibrosis y accelerar el proceso de cicatrización global, y esto lo conseguimos con el método Godoy&Godoy.
Además, el fisioterapeuta deberá hacer incapié en la necesidad de llevar una série de medidas higiénico-dietéticas junto con la realización de ejercicio físico moderado de bajo impacto (natación, marcha nórdica, yoga/pilates, caminar a diario…).